CELEBRACIÓN DEL DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE CON LA HISTORIA DEL PARQUE NATURAL DE SAN SEBASTIÁN

Publicada: 05-06-2021
Categoria: Agricultura y Medio Ambiente

CELEBRACIÓN DEL DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE CON LA HISTORIA DEL PARQUE NATURAL DE SAN SEBASTIÁN

El 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente, por ello desde la Concejalía de Medio Ambiente se ha querido recordar un escrito realizado por Manuel Pérez García, presidente de la directiva del Parque Natural de San Sebastián, en mayo de 1985. El objetivo del departamento es hacer pedagogía medioambiental a través de la historia de la zona verde más importante del municipio, la conocida popularmente como ‘La Dehesa’. En el pasaje que a continuación se reproduce se habla del problema de los alcornoques secos, en estos momentos la enfermedad de ‘la seca’ es una realidad y, por ello, desde la Concejalía de Medio Ambiente se ha puesto en marcha diferentes medidas para atajarla.

UN ALCORNOQUE SECO. SEIS RAMAS VERDES.

Día 21 de noviembre de 1981. Acababa de nacer una nueva Obra Social: La del Parque natural de “San Sebastián”. (…) Nuestra laboriosa ciudad, a partir de ahora, ¡y para siempre!, dispondrá en propiedad de un gran Parque Natural de “San Sebastián”.(…).

Día 20 de Abril de 1985. Entre ambas fechas han transcurrido cerca de cuatro años. Pero esta vez (…) la arboleda de nuestro Parque está en peligro. En un peligro que si no se pone coto al mismo, llegará el día (¡que nunca debiera de llegar!), en el que la arboleda del Parque desaparezca. ¿Razones en las que se fundamentan aquel vaticinado peligro…? Helas aquí, a continuación:

Primera: (…). Un alcornoque, uno de los (…) integrantes de la arboleda del Parque Natural, había muerto: Se había secado. Peritos prácticos en la materia diagnosticaron la causa de su muerte: Leucemia en su savia, resultante de la sequía de años anteriores. ¡Pobres alcornoques, qué seres tan buenos de la Naturaleza! Porque mirad: Aún después de muertos de sequedad, seguían proporcionándonos sus beneficios.. Me explico: Porque destrozados y convertidos en leña, el importe de la misma lo traducíamos bien en cemento o bien lo canjeábamos por (…) ladrillos (…).

Segunda: (…). Cuando nos disponíamos a hacer uso de la leña del alcornoque seco, nos encontramos con que, sin autorización, lo habían cortado, troceado y quemado. Para mayor abundamiento en disgustos, pudimos comprobar cómo lo habían destrozado a navajazos, o lo que es igual, a hachazos en limpio. El pobre no se mereció, siquiera, los delicados cortes de una motosierra. ¿Razones que motivaron la corta del alcornoque seco…? Salvo demostración de lo contrario, fueron las siguientes:

Varias familias se dispusieron a pasar el día en el Parque Natural. Querían disfrutar de su entorno, de su aire puro, de su sol. Como menú para el almuerzo, acordarían el protocolario tostón de las sardinas asadas; menú tan natural en la época de frio y tan adecuado para la buena convivencia campera. No se llevaron el elemento base, promotor de la candela: La leña. Lo que no quiere decir  - como se demostrará-, que se olvidaron de ella, no, porque veréis: Llegaron al Parque, acamparon junto al seco alcornoque, lo cortaron, lo destrozaron, se dispusieron a hacer la candela y… ¿dónde estaba la leña menuda que avivase la combustión de los trozos grandes, formadores del borrajo…?

No se molestaron, siquiera en la búsqueda de una favorable solución; la solución ya la tendrían prevista. Me aclaro: Se colocaron debajo de un nuevo alcornoque, el que estaba más cerca del lugar designado para hacer la candela. Y...¡manos a la obra!: Ramas nuevas arrancadas; ramas verdes desgajadas; ramas frondosas al suelo. En total, seis ramas verdes asesinadas. ¿Qué no pensaron en cortar el alcornoque seco? Si no fue así ¿qué justicia, entonces, el que tan a punto apareciese aquel hacha que había de destrozarlo…? Efectivamente, qué gran dolor el reconocer que el problema particular de unas familias se solucionó (como demostrado queda), sobre la base de originar grandísimos perjuicios al Parque natural que es decir, a muy corto plazo, a toda la colectividad de nuestra ciudad.

(…)

(…) Hoy (…) tu Parque Natural de “San Sebastián” (…) está en peligro. Frecuentemente se le desposee de sus ramas verdes, arrancándolas, desgajándolas, quemándolas. De seguir repitiéndose tan lamentables atropellos, no tardará mucho tiempo en que de nuestro admirado Parque natural, el que hoy es la admiración de cuantos ausentes y presentes lo visitan, no quedará más que el triste recuerdo de su histórico pasado.

Por tanto, (…) encaminados a evitar que se repitan, una vez más, los imperdonables atropellos, los destrozos de ramas verdes, motivadoras del presente trabajo.

(…)

Y nada más. Aquí termina la historia de aquel alcornoque seco que cortaron y de las seis ramas verdes de aquel alcornoque nuevo, que arrancaron.

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