Los sevillanos ganaron a Málaga en una final infantil de gran calidad, mientras que los malagueños se impusieron en cadete a Almería con gol en el último minuto Las selecciones de Sevilla y Málaga se coronaron como campeonas de Andalucía infantil y cadete, respectivamente, en el Campeonato de Andalucía de Selecciones Provinciales que se ha disputado en la provincia onubense del 9 al 12 de marzo, siendo la final en Bollullos este pasado domingo con más de 2.500 espectadores en el Campo de Fútbol Municipal “Las Viñas”. El presidente de la Real Federación Andaluza de Fútbol, Eduardo Herrera, junto al vicepresidente deportivo, José María Prados, el delegado de la RFAF en Huelva, José Antonio Fernández, y otros directivos federativos y el concejal de Deportes del Ayuntamiento, Adrián Iglesias, y la concejala de Educación, María Elena Valdayo, fueron los encargados de entregar los trofeos a los campeones y subcampeones de este Campeonato de Andalucía. El edil de Deportes agradeció a la Federación “la confianza por permitir que Bollullos acogiera la final” y por la felicitación “por la buena organización de este evento deportivo”, felicitación que el concejal hizo extensible al coordinador de las Escuelas Deportivas Municipales de Fútbol, Juanma Valle, al gran grupo de monitores y jugadores de su equipo cadete, y a los empleados de mantenimiento del área que han trabajado a destajo en los últimos días para dejar las instalaciones acorde con el evento deportivo. Antes del comienzo de la primera final se guardó un minuto de silencio en memoria del jugador cadete bollullero Eloy Ávila, recientemente fallecido en accidente. Su recuerdo estuvo presente en todo el campeonato con una pancarta desplegada por sus compañeros con el lema “Eloy, siempre jugaras con nosotros” . En cuanto a los partidos disputados, el sueño de los malagueños de llevarse los dos títulos no fue posible y Sevilla le arrebató esa posibilidad con su victoria en el primer partido final de infantiles. Fue un encuentro de altísimo nivel y muy competido. Destacó especialmente la habilidad del sevillista Carlos Álvarez en la selección sevillana. Fue éste el protagonista del primer gol, en una acción de cara al marco rival en la que cayó al suelo pero estuvo pendiente del rechace, que aprovechó para adelantarse al portero y con la punta de la bota poner por delante a los sevillanos a mitad del segundo tiempo. Respiró el banquillo sevillano con este gol, que desnivelaba el partido a su favor en un choque de gran tensión y donde las ocasiones se habían sucedido en ambas porterías. Poco antes, Málaga había estrellado un balón al palo y Sevilla había tenido dos ocasiones en las que el balón se marchó rozando el poste. Sin embargo, la supuesta tranquilidad llegó a Sevilla con un segundo gol apenas siete minutos después del primero. Derribo claro en el área malagueña y Álex transforma el segundo para los hispalenses. Cuando parecía que el final del partido sería un paseo para los sevillanos, Málaga sacó la garra y en dos minutos acortó distancias por mediación de Loren. Los minutos finales fueron de enorme intensidad con una selección malagueña que lo intentó todo, pero una Sevilla que se veía superior técnicamente y que controló sin excesivo peligro las internadas finales malagueñas para evitar el empate. En la final de categoría cadete, Almería y Málaga ofrecieron un partido de escasas ocasiones de gol y mucho juego de centrocampismo. Las defensas se impusieron a los ataques y pese a que se vieron bonitas jugadas enlazadas, el último pase decisivo nunca llegaba para acabar en gol tanto en una como en otra portería. La mayor envergadura física de Almería era contrarrestada con la mayor picardía y habilidad de los malagueños, especialmente sus dos puntas. El mejor jugador del partido, el malagueño Ramón Enríquez, del Málaga C.F, fue el artífice de la resolución del encuentro. Tras una jugada al borde del área almeriense, el balón le cae en las botas de Ramón, quien viendo a la defensa adelantada eleva el balón por encima del muro defensivo dejando solo a Kevin ante el portero, que bate a éste con tiro cruzado raso. Era el minuto 80 de partido, el último del encuentro, y los cuatro minutos de prolongación no fueron suficientes para que Almería pudiera equilibrar el tanteador. Victoria para Málaga en los instantes finales cuando ya casi se pensaba en los penaltis.